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Y finalmente De La Sota pudo: Se cumplen 25 años de gobierno peronista

Reconvertido para no perder, el peronismo cordobés conserva al poder en la provincia desde el año 1999. De La Sota era considerado un eterno perdedor, pero su convicción permitió que un día logre hacer torcer el brazo del electorado.

Suena el 12 de julio en las calles cordobesas. Era el año 1999 y «el eterno perdedor»», «el mariscal de la derrota» logra romper el hechizo. Nicky Lauda le decían en los pasillos políticos cordobeses «se quemó tres veces y sigue en carrera». La comparación no era la más feliz, pero el humor cordobés se da esos permisos. José Manuel De La Sota, abogado y formado en la Universidad Pública cordobesa tenía claro su objetivo: llegar a la gobernación de una de las Provincias más pobladas del país. Los malos resultados no lo cansaron, ni la negativa de sus propios compañeros.

Tras el gobierno golpista militar, el radicalismo tuvo al Pocho, Eduardo César Angeloz al mando de los primeros años. Angeloz gobernó desde 1983 a 1995. En ese periodo De La Sota perdió internas peronistas del 83, la gobernación del 87 y la gobernación del 91. La derrota electoral de 1991, le restó apoyos entre sus propios seguidores.

El menemismo, expresado en Córdoba por el Ministro de Acción Social de la Nación Julio C. Aráoz, decidió desafiar el liderazgo de De la Sota y enfrentarlo en la elección parlamentaria de 1993. Pero no fue el único. El ministro Cavallo, metido de lleno en la política cordobesa, impulsó la formación del Frente Justicialista Cordobés integrado por el secretario de industria de la Nación, hoy, un nombre más que conocido en la política cordobesa: Juan Schiaretti.

Así, De La Sota queda fuera de carrera en el peronismo cordobés pero sigue sin rendirse. Asume como senador cordobés en tiempos de pleno menemismo y se concentra en trabajar para ganar las próximas elecciones.

El peronismo es nuevamente derrotado. Johnson pierde ante Ramon Mestre, que suplantó a Angeloz. Cabe recordar que la tercera administración consecutiva de Angeloz atravesaba una doble crisis, por un lado financiera y por otro por escándalos de corrupción interna. Antes de terminar su mandato, y en medio de agudas protestas sociales y conflictos gremiales, que incluyeron la quema de la tradicional Casa Radical, deja anticipadamente el gobierno en manos de Ramón B. Mestre el 12 de julio de 1995, quien había ganado la elección general en mayo de ese año. Culpó a su coprovinciano Domingo Cavallo.

El año en que el PJ pudo ganar la pulseada

En 1999 José Manuel De La Sota llega finalmente a la Gobernación. Su triunfo ante el radical Ramón Mestre, quién apostaba a la reelección, se consolidó en más de 9 puntos de ventaja (49,49 por ciento de los votos válidos emitidos frente al 40,47 % de la U.C.R.), tomando posesión del cargo el 12 de julio de 1999. El radicalismo venía muy desgastado y pesaba sobre sí las denuncias sobre Angeloz, los numerosos recortes a trabajadores y trabajadoras estatales impulsados por Ramón Mestre y la situación económica del país.

El contexto del primer período de su gobierno no fue de orden y progreso. Conforme los márgenes operativos de las provincias se deterioraban por el menor crecimiento económico, crecía la necesidad de reducir los gastos corrientes y tomar deuda. Las malas políticas del gobierno federal repercutían en los gobiernos subnacionales. El deterioro de las finanzas públicas a partir de enero de 2000, alteró la ecuación fiscal de la Provincia. De la Sota apeló a la emisión de cuasimoneda -las Letras de Cancelación de Obligaciones de Córdoba (Lecor)

En materia de impuestos, el gobernador cumplió su promesa electoral de recortar en un 30 % los impuestos provinciales -inmobiliario Urbano y Rural, Ingresos Brutos y Sellos- con la firma del decreto n.º 1538/99. En cuanto al Impuesto Inmobiliario Rural, de la Sota mantuvo la valuación fiscal vigente desde 1993 sin variaciones.

En cuanto a la estructura de la Administración Pública Provincial, promovió la reapertura y extensión de los servicios públicos restringidos bajo la Ley de Emergencia Pública del gobernador Mestre. Se reabrieron escuelas, en todos los niveles de enseñanza, se amplió las redes de atención hospitalaria y las prestaciones a cargo del Instituto Provincial de Atención Médica (IPAM) -la tercera mayor obra social estatal del país-.

En materia constitucional, impulsó la reforma a la Constitución de la provincia de Córdoba de 2001 que estableció un nuevo mecanismo de representación legislativo -estableció el Sistema Parlamentario Unicameral-, modificó la forma de nominación de candidatos a cargos públicos electivos y la supresión de privilegios parlamentarios.

En 2003, De La Sota empezó su proyección como candidato a presidente, tarea que nunca abandonó por decisión personal sino forzada por su trágica muerte. No logró ser elegido como candidato a presidente y se presentó junto a Schiaretti. Se impuso con el 51,84 % de los votos válidos al binomio radical Oscar Aguad – Antonio Rins, que cosechó el 37,23 % de las adhesiones. En ese tiempo la cercanía con el kirchnerismo era notoria, aunque los años posteriores hayan dejado como resultado una imagen completamente contraria.

En sus más de ocho años de gobierno, de la Sota se consolidó como hacedor de obras públicas con una política económica de bajos impuestos en alianza con el sector agropecuario de Córdoba

El 2007, el cordobesismo fue represesentado por el Vicegobernador: Juan Schiaretti, el contador promovido por Domingo Felipe Cavallo en 1995. El escrutinio definitivo, efectuado por la Junta Electoral con participación y observación de los fiscales partidarios, Juez denunció fraude y tal vez nunca se sepa si así fue. Lo cierto es que la Junta Electoral estableció la victoria de Schiaretti por 1,13% de los votos (37,17 contra 36,04). Fue la menor diferencia que tuvo el espacio respecto de sus contrincantes desde 1999 a 2023.

Asumió el poder el 10 de diciembre de 2007 de manos de su mayor aliado político, José Manuel de la Sota. El mandato de Schiaretti coincidió con un distanciamiento político de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con motivo del paro agropecuario, ya que el gobernador cordobés respaldó a los grandes terratenientes.

De la Sota volvió al poder con un tercer mandato en 2011, ganando por más de 12 puntos. Entre las características de su gobierno, continuó la confrontación con el gobierno nacional y se puso en funcionamiento el Boleto educativo gratuito -un esquema de pasajes de transporte interurbano y urbano gratuito para los estudiantes, docentes y auxiliares de los tres niveles educativos-.

(foto: De la Sota en 1988)

De la Sota volvió al poder con un tercer mandato en 2011, ganando por más de 12 puntos. Entre las características de su gobierno, continuó la confrontación con el gobierno nacional y se puso en funcionamiento el Boleto educativo gratuito -un esquema de pasajes de transporte interurbano y urbano gratuito para los estudiantes, docentes y auxiliares de los tres niveles educativos-.

En el 2015 Schiaretti sucede a De La Sota, en el habitual enroque, aunque De La Sota se concentra en la campaña presidencial junto a Sergio Massa. El cordobesismo pone un pie en el intento de llegar a la rosada y mantiene la gobernación cordobesa. Schiaretti no forma parte del armado del PRO, pero tiene una íntima relación con el presidente Mauricio Macri.

En el 19, Macri pierde las elecciones nacionales y en Córdoba presenta a sus candidatos divididos. El peronismo pasa caminando las elecciones, ganando con un 57%, casi por 40puntos a Mario Negri y más de 45 puntos a Ramón Mestre hijo.

En 2023 el peronismo cordobés cortaba clavos. Meses antes de las elecciones no tenía asegurado el triunfo y pesaban sobre sí imágenes muy negativas, la del Ministro de Seguridad Alfonso Mosquera por el caso Blas Correas y la de Oscar González, eterno presente en el armado provincial, que protagonizó el accidente fatal en Altas Cumbres. El peronismo se reinventó, hizo alianzas con diversos sectores, poniendo, por ejemplo, como candidato a viceintendente al referente principal del PRO y como candidata a vicegobernadora a una figura de peso del radicalismo, Miriam Prunotto.

Llaryora ganó por tres puntos, una de las diferencias menores que obtuvo el espacio, pero ganó, y el partido cordobés sigue gobernando. Hoy, la expresión «peronismo» no está muy presente en los discursos, y el énfasis sobre un partido de diálogo marca la agenda.

Con aportes de Wikipedia

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